La cabina de pintura es una gran inversión para el taller de reparación; su correcta elección garantiza un trabajo de calidad y mejora la capacidad instalada.
En cualquier taller de carrocería y pintura de vehículos es imprescindible disponer de una cabina de pulverización o cabina-horno para las aplicaciones de acabado de pintura, ya que las condiciones necesarias para realizar esta operación sólo se obtienen contando con una de ellas. También es cierto que este equipo requiere una gran inversión para el taller, por lo que su correcta elección es fundamental para garantizar un trabajo de calidad y mejorar la capacidad instalada del centro de reparación.
En la cabina de pintura de una planta automotriz, todos los factores que pueden afectar el acabado final (como la temperatura, la humedad y la suciedad) son cuidadosamente controlados. Y, por supuesto, el equipo de aplicación de pintura no es una excepción.