Las dimensiones de los vagones de tren, en particular su altura, anchura y longitud, desempeñan un papel crucial a la hora de dar forma y organizar una cabina de pintura de tren. Dependiendo de las tareas específicas realizadas en el tren, las cabinas se pueden diseñar para optimizar el volumen interior general de la cabina de pintura . Al crear un diseño que se adapte a la estructura del vagón del tren y al mismo tiempo considerar la naturaleza del trabajo, los requisitos de flujo de aire se pueden optimizar para minimizar el flujo de aire general, la dispersión del calor y el control de la contaminación. Este diseño personalizado reduce significativamente el tamaño de los controladores de aire necesarios y reduce la energía necesaria para acondicionar la cabina de pintura. Como resultado, la cabina de pintura o reacabado de rieles logra un ahorro de energía diariamente durante toda su vida útil.
Cuando se trata de una instalación de acabado de rieles, el diseño de un sistema de cabina de pintura puede variar dependiendo de si el objetivo es repintar piezas o fabricar vagones de tren completos, donde la mayoría de las piezas se pintan por separado y luego se instalan. Para el reacondicionamiento o reacondicionamiento de vagones, una solución viable podría ser dividir una cabina de pintura grande, que abarca 150 pies, en varias cabinas más pequeñas utilizando puertas divisorias. Esta disposición flexible permite que las instalaciones utilicen toda la cabina como una única y larga cabina de pintura al pintar vagones o locomotoras enteras, al mismo tiempo que utilizan espacios más pequeños o secciones específicas de la cabina para pintar piezas. Este enfoque garantiza que la instalación solo consuma la energía necesaria para calentar y pintar el vagón o las piezas, eliminando la necesidad de activar todo el sistema de cabina de pintura cuando un área más pequeña es suficiente.