Pintar un coche es una tarea compleja que requiere mucha precisión, así como las condiciones adecuadas para conseguir un resultado óptimo e inmejorable. Anteriormente las pistolas pulverizadoras eran las únicas herramientas que más se utilizaban en los talleres mecánicos para cumplir a cabalidad con los trabajos de pintura, sin embargo, con el paso del tiempo surgieron las cabinas de pintura para automóviles , lo que significó una modernización en los procesos de pintura y secado.
Existe en el mercado una gran variedad de cabinas de pintura de autos , dependiendo del espacio disponible, el tipo de vehículos atendidos, la capacidad de inversión, entre otros. Más allá de estos aspectos, existen dos procesos fundamentales en los que las cabinas han marcado el camino de su evolución, a favor del ahorro energético en el proceso.
Los tiempos de pintura se reducen significativamente cuando utiliza una cabina de pintura de tiro descendente en su taller mecánico. Al utilizar esta tecnología, reduce el margen de error y el tiempo para resolver un eventual problema o error, como un proceso de repintado. Estas cabinas ofrecen un excelente rendimiento tanto en tiempo como en material/producto utilizado, aumentando así la productividad de un taller.